La Compañía de Vehículos Comerciales de Bristol desarrolló el diseño del motor trasero VR a mediados de la década de 1960. Sin embargo, los primeros VR fueron un problema para algunos, el motor vertical en línea resultó ser un problema importante. Afortunadamente, estos VRL pronto fueron reemplazados por una versión de motor transversal más confiable que se clasificó como VRT.
 El VRT se produjo en tres versiones, el mark I que tenía un parabrisas plano, el mark II que presentaba un parabrisas curvo y la versión Mark III más popular que presentaba una parrilla del radiador y una cubierta trasera del motor rediseñadas.

 Los VRT de Bristol eran el tipo estandarizado de dos pisos para la mayoría de los operadores dentro de la Compañía Nacional de Autobuses, sin embargo, los ejemplos de este tipo también encontraron el favor de varios operadores municipales.
 Casi todos los VRT fueron carrozados por Eastern Coach Works, aunque algunos operadores especificaron lotes pequeños con diseños de carrocería de otros constructores.

 El modelo continuó en producción hasta 1981, momento en el que se habían construido más de 4400 ejemplares. Su desaparición se produjo como resultado de la introducción del Leyland Olympian; lamentablemente, este evento también marcó el final del negocio de vehículos comerciales de Bristol.

 Las versiones descapotables de techo abierto del VRT con carrocería ECW eran populares entre varios operadores de National Bus Company que operaban servicios costeros. Southdown tenía varios lotes de tales vehículos que operaban servicios de techo descubierto de temporada durante el período de verano, y luego se les reacondicionaron los techos durante los meses de invierno, lo que permitió la operación de los servicios normales.

 Muchos VRT de Bristol después de la retirada de sus propietarios originales encontraron más servicios con operadores independientes en todo el Reino Unido. Hoy en día, un pequeño número de este robusto caballo de trabajo continúa brindando un excelente servicio, mientras que un número creciente pasa a manos de los conservacionistas.